miércoles, 8 de agosto de 2012

Jaipur

Nos despedimos de nuestros amigos madrilenos en Ajmer y por ello casi perdemos nuestro tren, con las prisas casi me lesiono, pero por suerte pudimos llegar a tiempo al tren que nos conduciria a Jaipur. Una vez alli, descubrimos una ciudad que para ser del todo sinceras no nos gusto nada. Nos parecio similar a Delhi pero sin su colorido movimiento e intensidad. La primera intentona de conseguir alojamiento nos salio rana. El tuktuk nos llevo tras muchas vueltas al hostel que le senalamos de la guia, pero como estaba abandonado tuvimos que buscarnos la vida por aquel barrio pijo y lleno de ardillitas.  Nos pedian una barbaridad por habitaciones bastante sencillas y un conductor de tuk tuk que estaba al quite de nuestra situacion nos dijo que nos llevaria a su hostel, mucho mas centrico y genial ( ...como no) por 10 rupias el trayecto. Hartas del calor insoportable y de la polucion, accedimos a visitar el hostel que nos proponia el conductor. 
Una callejuela de mala muerte era el emplazamiento de nuestro hogar por un par de dias. El hostel muy sencillo, aunque con un jardin que desprendia olor a jazmin, fue para nosotras mas que suficiente!
Teniamos demasiada hambre como para ponernos a buscar concienzudamente un restaurante hindi, asi que hicimos la turistada de ir al Mcdonalds...La imagen no tuvo desperdicio: una poblacion que vive en la mas absoluta de las miserias fuera, unos cuantos afortunados dentro gastando las rupias a manos llenas, indignante. La hamburguesa y el helado nos supieron a gloria, por cierto.
Mas tarde decidimos darle una oportunidad a la ciudad, pero ni por esas. El primer contacto con el monzon tambien se produjo en Jaipur. Pretendiamos visitar el Amber Fort al dia siguiente, asi que paseamos  por Jaipur hasta la hora de cenar. El aguacero, las continuas demandas de rupias, las multiples peticiones por parte de algunos chicos por aprender gratis nuestro idioma, etc. Acabaron con nuestra paciencia. Asi que buenas noches y manana sera otro dia.
El dia siguiente debia estar dedicado a la visita al Amber Fort, una oportunidad para salir de la ciudad durante unas horas y olvidar su polucion y su ruido. Teniamos que ir a coger el autobus delante del Palacio de los Vientos pero antes estabamos deseosas de probar el lassi de el antiguo establecimiento Lassi Wala, tenemos que decir que esos lassis salvaron a la ciudad de nuestro odio absoluto.
Ya en el autobus tuvimos una bronca, estos indios y su caracter tan particular..., puesto que el revisor pedia a cada pasajero 10 rupias por el trayecto y a nosotras y nuestra cara blanquita 20, asi que a guerrear otra vez por 10 miseras rupias. Finalmente, y gracias a la colaboracion de un anonimo ciudadano conseguimos que nos dejara el ticket por el precio real.
El Amber Fort es impresionante, rodeado por una muralla de 9 km y por unas montanas verdes y frondosas nos parecio un paraiso despues del infierno de Jaipur. Despues de visitar los palacios fuimos a la ciudad antigua de Amber donde visitamos el templo ( atestado de murcielagos...) pero muy pintoresco y singular. Un brahman nos puso el tercer ojo y un chico que hablaba bastante bien el espanol nos explico alguno de los entresijos de la religion hinduista, muy interesante!
De vuelta a la gran ciudad comimos en el Indian Coffee House, alli conocimos a unos simpaticos abueletes petanqueros que nos explicaron que contenia cada plato. Tras la comilona nos dejaron llamar a nuestro tourist officer para cambiar el billete de Agra a Khajuraho, un amor!
Actualizamos como pudimos en un ciber, despues de varios apagones y del monzon...Pedimos un chiken roll en un "restaurante" cercano y a dormir que al dia siguiente nos esperaria bien prontito el tren que nos llevaria derechitas al ansiado Taj Mahal!










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