Y llegamos a Jodhpur! Son las 5 de la manana y como ya es costumbre nos espera un ejercito de drivers que espera impaciente a los turistas pringados de turno para llevarlos al hostel con el que ellos han pactado una comision. Nosotras no dejamos ver el nombre del hostel al conductor, le senalamos el nombre de la calle en la guia tapando con el dedo el Yogui's guesthouse. Tras una dura batalla, we wins. Nos deja al principio del callejon y tenemos que caminar casi a tientas por una calle estrecha llena de vacas, perros y demas biosfera. Al fin llegamos al hostel, una preciosidad decorada al estilo de haveli tipica de Jodhpur, es tan tarde que no tenemos ganas de regatear demasiado el precio de la habitacion y nos la dejan por unas 300 rupias la noche, al cambio unos 4 euros y pico las dos por noche. Caemos en la cama como dos troncos y nos despierta el calor a las 11h.
Bajo la luz del dia el hostel es todavia mas autentico y precioso. Huele a petalos y a sandalo. Subimos a la terraza a desayunar dos lassis ( una especie de batido buenisimo, el mio de banana y el de Nini de pina) y desde alli divisamos la espectacularidad de la ciudad. Todas las casitas estan pintadas de azul lavanda, parece una postal, la sensacion de frescor y calma es aqui inigualable.
Tras un rato fascinadas por el paisaje decidimos salir a comer algo, el jefe del hostel nos recomienda un restaurante cercano, a unos dos minutos a pie. De camino al Kitchen 'n' curry Nini es corneada por una vaca bajo la atenta mirada de una nina que se rie con timidez, yo me rio a carcajadas...Aqui eso es una senal de buena suerte!
En una de las callejuelas encontramos a Farruquito, un amigo nuestro que conocimos en el hostel de Jaisalmer, y nos propone tomar un te en la terraza de un amigo. Cojemos una vespa ronosa y subimos los tres...No podemos parar de reir por la inestabilidad del vehiculo. En unos minutos estamos en la terraza de otro hostel tomando un te... Aqui viviriamos uno de los momentos mas impresionantes de todo el viaje, en Jodhpur los ninos suben a sus terrazas a hacer volar cometas, tenemos vistas inmejorables a ese espectaculo...Mi camara esta apunto de echar fuego, al principio no se percatan de nuestra presencia y en cuanto lo hacen les pedimos que las hagan volar con gestos, ellos responden con una sonrisa y posan para la camara haciendo un poco el gamberro, luego se preparan para hacerla volar teniendonos como espectadoras de lujo. Se nos pone la piel de gallina.
Mas tarde seguimos recorriendo la ciudad acompanadas por Farruquito y Honey, entramos en diversos sitios para tomar el te, nos explican historias sobre el desierto, nos invitan a te. Tenemos mucha suerte, pensamos, pero ya no nos fiamos demasiado de los indios. Pronto se cruzarian en nuestro camino Vega y David, una simpatica pareja de Madrid que lleva un mes realizando un voluntariado en Calcuta. Subimos con los dos indios a tomar otro te ( no puedo mas!) a la terraza del Kuku hostel y desde alli tambien disfrutamos de unas vistas privilegiadas. A la que llevamos 10 minutos, suben nuestros nuevos amigos madrilenos y nos preguntan de que conocemos a Farruquito y a Honey, nos advierten de que no confiemos demasiado en ellos ( cosa de la que ya estabamos prevenidas) y antes de que nos quisieramos dar cuenta ya estabamos sentadas con ellos charlando sobre el caracter de los indios, sobre nuestros respectivos viajes, etc. Nuestros amigos indios se sintieron ofendidos por Vega y su agitada expresion y se marcharon sin despedirse. Nosotras pasamos la mejor velada desde que llegamos a la India, cenamos spaghettis y nos quedamos en esa terraza hasta las tantas charlando, tomando cerveza y jugando a cartas. Decidimos quedar al dia siguiente con ellos para ver juntos el Fort y seguir conociendonos.